¿ EXISTE EL TIEMPO ?
Demostramos la inexistencia del tiempo, demostrando la inexistencia de sus componentes, pasado, presente y futuro. El pasado no existe mas que a través del presente. El pasado ha dejado de ser, pero está implícito en el presente. Solo podemos acceder al pasado a través del presente. Todas las "consecuencias" y todas las "evidencias" del pasado, lo son si están en el presente. El presente solo es para dejar de ser. Es el puro cambio, el movimiento. Ese instante, ese delgado límite entre pasado y futuro es la única realidad del tiempo. El tiempo es por tanto este permanente trasvase o pasaje del pasado al presente. Este movimiento del pasado al futuro, es el movimiento desde la identidad (su cuerpo, su extensión, sus relaciones, su pasado en fin) a la actualidad (su cambio, su conciencia su presente). Es el movimiento de la realidad a la conciencia, de la identidad al cambio.
SOLO EXISTE EL PRESENTE
Vivimos en un “presente” cambiante. Esto quiere decir, que permanentemente deja de ser presente, que deja de ser. Es curioso que para establecer una lógica que nos permita “manipular” nuestro entorno, hemos tenido como eje central el principio de contradicción que establece que una cosa no puede ser y no ser “al mismo tiempo”. Aquello que “sabemos que ha sido” constituye nuestro pasado, pero ya no existe porque nosotros solo vivimos en el presente. El pasado existe a otro nivel, podemos acceder a él desde nuestro presente: tenemos nuestras cicatrices y el recuerdo de la herida, el pasado nos “constituye”, es un nivel de nuestro ser, pero no es nuestro “nivel”, nuestro nivel es el de la conciencia y la conciencia es presente (se identifica con el presente) y considera al pasado como “aparte”. Sin este movimiento de distanciamiento de la conciencia esta no es posible, y no es posible conocimiento. La conciencia se “distancia” de lo inmediatamente anterior y lo compara y asi puede conocer, incluso a la propia conciencia. Este estar en presente es la esencia misma de existir.
El tiempo es este movimiento, este alejamiento de las cosas, este desplazamiento, este distanciamiento, este transcurrir. Esta “emergencia” permanente de lo real, y su permanente caducidad es lo que marca nuestra existencia. Podria decirse que somos tiempo.Esperar que los físicos responderán sore la naturaleza del tiempo es un error. La ciencia tiene su campo bien acotado y la naturaleza del tiempo es tema de la filosofía.
¿Es el tiempo independiente de las cosas y los procesos? ¿Existe independientemente de lo que sucede? ¿Transcurre el tiempo? ¿Transcurre en relación a que? Lo que llamamos tiempo es la existencia misma del sujeto, el devenir de su existencia.
EL TIEMPO ES PROPIO DE CADA SUJETO
No existe un punto central del tiempo desde donde determinar la simultaneidad, el eje del tiempo no es uno, sino que existe uno en cada objeto. Tendemos a imaginar el tiempo como la posibilidad de hacer un corte del espacio, que nos proporcionaría una "simultaneidad" (como en una resonancia magnética). Pero realmente el presente de un objeto-sujeto no coincide con el de ningún otro. En coherencia con la teoría de la relatividad hemos de reconocer la individualidad del tiempo.
¿Habeis notado el aspecto mágico del tiempo?
Si tenemos que esperar media hora, posiblemente nos parecerá muchísimo, sin embargo,
sin que nosotros hagamos nada, la media hora transcurrirá y el hecho esperado sucede y se
presentará delante nuestro. ¡Mágico! ¡Increible! ¡Lo que antes no era, ahora es!
Como un inmenso baúl donde cabe todo lo que no es aún pero será, donde cabe todo lo que ya no es. El motor mágico del tiempo crea y destruye todo. Todo es en el tiempo ¿Pero qué es el tiempo? El tiempo es la sustancia de la que estamos hechos y si dominamos el tiempo, dentro nuestro, seremos felices, si nos domina él, no destruye y arrasa.
El presente sólo existe en cada individualidad, no existe un presente general, un presente para todos, un presente absoluto o sea no existe la simultaneidad. Si miramos a lo lejos y cuanto mas a lo lejos miremos, lo que recibimos es pasado (si observamos por ej. una estrella, recibiremos su antigua luz .